La joven estudiante estadounidense contenta con su nuevo aparato, comenzó a preocuparse al recibir llamadas de personas -algunas con acento extranjero- para desearle feliz cumpleaños, rogarle que los ayudara a entrar en exclusivos clubes nocturnos o preguntarle sobre fiestas de ricos y famosos.
Ante tantas molestias, Barlow consultó a su proveedor telefónico, que acabó por desvelar el misterio: sin ella saberlo, le habían asignado el viejo número de teléfono móvil de la polémica heredera de la cadena hotelera Hilton.
Sin embargo, varios meses después, Barlow dijo al diario Los Angeles Times del viernes que sigue recibiendo llamadas de personas que quieren ser parte de su círculo social (del de Paris, claro).
Semanas atrás, su teléfono se colapsó por los mensajes de apoyo que enviaban amigos y seguidores de Hilton, de 26 años, cuando ésta fue sentenciada a pasar 23 días de cárcel. Pese a todas las molestias, la joven no desea que le cambien el número telefónico. (AFP)
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