Anteriormente los narcotraficantes eran reconocidos por sus estrafalarias vestimentas y prendas. Sus cuerpos tatuados y vehículos lujosos daban indicios de inmediato de cual era su fuente principal de ingresos. Sin embargo, no cabe dudas de que la vida es cíclica. Hoy día el narcotraficante se viste de saco y corbata, de la misma manera que lo hace un empresario honesto o un ejecutivo de un banco. Seguir leyendo...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario