
“Yo sabía que seguir con él (con su pareja) era un doble pecado que estaba cometiendo, porque entendí que eso era llevar una doble vida, él era un hombre casado y era un irrespeto grande ante Dios, y ahora quiero hacer las cosas bien hechas”, afirmó. En lugar de llegar a su casa y sentarse tranquilo con un trago en la mano, ahora Jari entra coloca un CD cristiano y se une a un grupo de oraciones que siempre lo espera para orar.
Confesó que a su vida llegó un momento tan difícil que lo puso entre dos caminos: uno, hacer hechicería, y otro, aceptar a Dios, y fue entonces cuando llegó el cambio en su vida. Según sus palabras, desde que aceptó a Cristo a su vida han llegado muchas bendiciones, que se reflejan en su trabajo, en su familia y hasta los televidentes y sus amigos han notado su transformación. En su casa no aparece ningún CD de música mundana, porque lo tiró todo y lo reemplazó por música cristiana que además le hacen bien a su espíritu. De cambiar su preferencia sexual no quiso abundar, aunque explicó que “Dios no separa a las personas por categorías, especialmente tratándose de amor”.
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