Muchos mandatarios se han visto envueltos sentimentalmente con divas del mundo del espectáculo, provocando los más sonados escándalos que han ocupado las principales páginas de periódicos y revistas de todas partes.
A pesar de la formalidad que tradicionalmente reviste la figura del primer mandatario de una nación y de las grandes responsabilidades que lleva sobre sus hombros, es indudable que detrás de esa sobriedad existe el ser humano de carne y hueso, que siente, padece y respira. Seguir leyendo...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario