
Norberto se encontró una caja vieja y sucia que estaba expuesta a agua, sol y sereno en el callejón de la casa de uno de sus tíos. Empezó a repararla, y buscando entre los hierros viejos de su padre, pudo armar dos micrófonos. Mientras le buscaba la vuelta y observaba su hallazgo, descubrió que pudo generar un sonido que hoy convirtió a la vieja caja en una potente bocina y junto con los micrófonos armó un karaoke, que ha llamado la atención de sus amigos, los cuales se la pasan todas las noches en pura “tiraera” improvisando líricas y rapiando.
A todo esto no han faltado las quejas de los vecinos, a quienes Norberto y sus amigos no dejan dormir por la bulla y el coro que generan cuando se juntan a cantar.
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Otros ven con buenos ojos que los muchachos de la comunidad se involucren en actividades sanas y artísticas.
Norberto tiene 13 años de edad y está en primero de bachillerato en el colegio Ebenezer.
En la primera foto, a mano izquierda figura Norberto.
1 comentario:
por lo menos se mantinen lejos de la delincuenca... aun asi sea solo por un ratico!
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