Carlitos no tardó en pedirnos unos pesitos con su sonrisa de niño travieso e inocente. La inocencia de Carlitos y de otros infantes hay que preservarlas, en un mundo donde la desigualdad social condena a muchos niños a vivir en una situación
Todos los niños deben ser protegidos contra toda forma de abandono, crueldad y explotación que pueda perjudicar su salud, educación o impedir su desarrollo físico mental o moral.
Preservemos y fomentemos la inocencia en nuestros niños y niñas.
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